En un terreno de 6.50 de frente por 17 de fondo, con 110 m2 de terreno, se desarrolla un programa arquitectónico que aprovecha su programa, con dimensiones propias del nivel medio, pero que logra características de nivel residencial.
La implementación de un semisótano de estacionamiento, que libera el frente de la servidumbre para la creación de espacios públicos de mayor calidad frente a la casa, facilita también la creación de una doble altura en la zona de la sala y del comedor. Esta particularidad, que genera la doble altura de la sala, y que permite el lucimiento de la escalera, como elemento escultórico, genera también la volumetría vertical de las fachadas, que la distinguen por su esbeltez y su singularidad de formas y detalles.