Este actor urbano es difícil de idealizar, es un personaje que actúa con la iluminación, que cambia con el sol, que se alegra de sus usuarios y festeja su misión como catalizador de los eventos urbanos. Convertir una caja vacía de cristal de 5.70mts de altura en un actor urbano; una caja de transparencias que establece un dialogo con su entorno. Que cambia su fisonomía según las condiciones del contexto; en ocasiones los refleja y en otras lo asimila, haciéndolo parte de su arquitectura.
Los espacios interiores son concebidos como una secuencia de comedores y terrazas que se articulan alrededor del espacio central de preparación de alimentos. Este, es materializado en una caja de madera semitransparente que integra los espacios de escala intima con los espacios de doble altura, que respeta la privacidad y mantiene la transparencia. La caja de madera se gira sobre su eje para recibir al visitante con la vista diagonal de las vitrinas que contiene.
La geometría se altera para lograr una visual escalonada de los alimentos expuestos, motiva a la exploración pausada y culmina con el estrangulamiento del espacio; aquí se contrasta con la doble altura y se abre la fachada para generar la terraza interior.
El mezanine se concibe como el elemento que jerarquiza los espacios interiores. Su presencia ayuda a vestibular el ingreso y a generar las terrazas; su ausencia genera dobles alturas que propician al observador a buscar las visuales, observar el detalle y buscar su contraste.